Es un gran placer y honor para nosotros anunciar que uno de nuestros maestros más dedicados y queridos, Rubén Martín, del equipo de Educación Infantil en Granada de nuestro colegio, ha sido nominado para el prestigioso premio de educación EDUCA ABANCA 2023 como mejor docente de España. Este reconocimiento rinde homenaje a su desempeño excepcional en el aula y su contribución al bienestar académico y emocional de sus alumnos. Puedes ver el listado completo de nominados aquí. Nos sentimos tremendamente orgullosos de su logro y hemos querido aprovechar esta oportunidad para conocer un poco más sobre su experiencia como educador.
Acompáñanos en esta entrevista, mientras Rubén comparte sus pensamientos sobre su carrera, su filosofía de enseñanza y lo que significa para él esta nominación, de la cual ya se han hecho eco varios medios granadinos (IDEAL, Granada Hoy) . Este es un pequeño viaje inspirador a través de la mente de un educador dedicado que, día tras día, trabaja para impactar positivamente en la vida de sus alumnos. ¡Adelante, Rubén!
Once upon a time, un adolescente que no tenía muy claro lo que le gustaría ser de mayor. Pero tuvo la gran suerte de tener unos padres que, a pesar de las adversidades, siempre estuvieron ahí dándole ese empujón tan necesario en la loca juventud. Mi entrada en la carrera de magisterio fue como el «último» cartucho de esperanza. ¡Y se hizo la magia! Sin comerlo ni beberlo, en la Escuela de Magisterio La Inmaculada, me abrieron las puertas al maravilloso mundo de la enseñanza. Aquella carrera la cual yo, como adolescente, no tenía ni idea para qué serviría (audición y lenguaje), fue el comienzo de lo que hoy es vocacional, o más bien diría PASIONAL. Pasé de adolescente a enamorado de todo lo que rodeaba a la enseñanza y la palabra MAESTRO para mí era el Santo Grial al cual, sin dudarlo ni un momento, yo deseaba aspirar (pero todo esto lo explicaré en otro momento con más detalle).
Centrándome en la pregunta he de decir, tras varios años de estudios universitarios y varios títulos de magisterio, la mano de un GRAN HOMBRE se posó sobre mi hombro como una delicada mariposa se posa en una flor. DON ROGELIO, el cual, una de las veces que tuve la suerte de estar con él, le dijo a mi padre y a mi querido abuelo con una voz hipnótica «Todo se andará». Rubén tiene que estar en nuestros colegios… Y desde ese momento, como quien entra por primera vez en una catedral, se me abrieron las puertas de la Institución JUAN XXIII. Primero entré como maestro de audición y lenguaje aproximadamente en 2006 (trabajando para niños de infantil, primaria y secundaria en los centros educativos Juan XXIII de Cartuja y Zaidín) y fue en 2008 cuando se me brindó la oportunidad de coger una vacante como maestro de educación infantil en Zaidín. No quiero olvidar que por aquella época también hice alguna sustitución en primaria, dejando un trabajo previo en una empresa de construcción, ejerciendo como asistente de riesgos laborales y gestión de calidad. Cito esto último ya que desde el minuto cero yo tenía claro que mi meta era ejercer como maestro y me explico: el día que me entrevistaron en la empresa después de más de una hora de preguntas y pruebas, me dijo el dueño de la empresa «Te haré ya, para terminar, la pregunta del millón… ¿Si alguna vez te llamasen para trabajar en algún colegio, nos abandonarías?» A cuya pregunta yo respondí de forma muy escueta «Claro que sí, Don Ramón, porque yo quiero llegar a ser un buen maestro de escuela». A lo cual me respondió: «Pues, Rubén, a partir de mañana estás trabajando con nosotros». (No puedo evitar llorar cada vez que cuento esta parte de mi vida).
Esta pregunta me ha hecho respirar profundamente y espero no equivocarme. La filosofía de enseñanza mía, y me voy a permitir la licencia de cualquier maestra y maestro, debería ser el intentar «hacer niñas y niños FELICES», y esta es mi meta. Día a día dejo en las puertas del colegio mi traje de Rubén Martín Pérez y me enfundo la sonrisa.
La vida, a veces (cuando somos adolescentes), nos pone frente a oportunidades que cogemos sin saber por qué. Yo no escogí ser maestro, mi situación personal en la adolescencia hizo que la educación fuera la carta con la que debía jugar (esta estaba boca abajo) y al darle la vuelta resultó que era un AS DE CORAZONES. Creo en el destino y en que las cosas pasan por algo. Yo estaba destinado a ser maestro y a día de hoy sigo luchando por serlo (porque maestro no se nace, maestro se hace y se forja día a día).
¡Lágrimas fueraaa! ¿Feliz? A ver, si cuando vas a trabajar ves a las familias felices, lógicamente te sientes súper contento y esto claramente es como la pescadilla que se muerde la cola y me explico: si mis peques y sus familias están felices en el cole, pues yo me siento superfeliz haciendo lo que hago y en consecuencia, como yo trabajo súper contento, pues las familias y los peques se sienten felices (no sé si me he explicado).
A la pregunta de cómo me siento al ser nominado, me siento más comprometido que nunca con mi profesión y, en MAYÚSCULAS, MUY AGRADECIDO con las familias que han decidido que hoy, 31 de julio, esté aquí diciendo que la profesión de MAESTRO es la MÁS BONITA DEL MUNDO y que todo esto me está pasando a mí, porque un día tuve unos padres que apostaron por mí (a pesar de las adversidades) y un hombre que con su mirada y su abrazo un día me concedió la oportunidad de disfrutar de este mágico mundo. (Se nota que soy de Infantil, porque la palabra magia sale y saldrá en toda la entrevista, ¡jajaja!).
Te pondré un símil ante esta pregunta tan importante. Para nuestros alumnos y sus familias, somos como el perro guía para un ciego. Nosotros les damos la mano y ellos van donde los queramos llevar, porque confían en nosotros y esto es un arma de doble filo. Nunca dudarían en saltar por un precipicio, si nosotros los llevamos de la mano. Ahí reside la importancia de nuestro compromiso con la escuela: DEBEMOS SER BUENOS PERROS GUÍA, que ayudemos a esquivar obstáculos, con el plus de enseñar a que los esquiven solos el día que les soltemos la mano.
Ser buenos maestros es fundamental para tener buenos ciudadanos (pero todo el peso no recae sobre nosotros, SIEMPRE hay que trabajar en equipo con las instituciones, las familias, el personal del centro…)
El ejercicio del MAGISTERIO es una carrera de fondo cuyo esfuerzo tiene como recompensa la felicidad de los demás.
La respuesta es: «La puerta de Narnia». Cada día es una aventura, en la cual los protagonistas y héroes son los peques y cada vez más sus familias.
Un ambiente de RESPETO y NORMALIZADO en el que intento, por todos los medios, desvanecer las etiquetas prefijadas. Partiendo de esa premisa, y volviendo a usar comparaciones, me viene a la cabeza que el primer día de cole nos debemos convertir en los personajes de la película de AVATAR (Los na´vis), creando vínculos con todos y cada uno de los peques y sus familias. La clase en ese periodo es un continuo «¡te veooo!» como se decían estos personajes de la película.
RESPETO y AMOR (hacia los demás, la naturaleza…). Niños VIVOS, niños FELICES con inquietudes, que disfruten en el colegio.
Es muy complicado, ya que no me siento en la virtud de aconsejar, sino en la de aprender. Quizás les podría recomendar que cuando se pongan frente a un niño, sientan en su corazón que es algo único, una obra de arte perfecta, la cual deben admirar. Cada peque es único e irrepetible y por ello, no podemos permitir tratar a todos los peques por igual, la demanda de estos es diferente y por ello nuestro trabajo DEBERÍA ser individualizado, cual artista modelando un trozo de arcilla. En nuestras manos (junto a las familias) está el crear obras de arte o meros muñequitos de saldo.
En este caso y al ser una nominación, me voy a quedar con la curiosa e inteligente frase que le dijo el gran DON ANDRÉS MANJÓN Y MANJÓN al REY ALFONSO XIII, en su visita a Granada. Este último, con voz firme, le preguntó: «¡Bueno, bueno y dígame! ¿Dónde tiene usted la medalla que le concedí?» (La gran cruz de la Orden Civil de Alfonso XII, concedida en 1902). A lo cual él respondió con su humor castellano: «Su majestad, la medalla se la comieron mis niños».
Moraleja: Deja que cada premio sea comida para tus pequeños y que sean estos los que engorden siempre con tus éxitos.
«Be water, my friend»
Bruce Lee
Esperamos que hayáis disfrutado de esta entrevista de nuestro Superprofe Rubén. Y no podemos olvidarnos, antes de cerrar esta gran noticia, de felicitar al resto de nominados y especialmente a los otros nominados de Granada y su provincia.