Ojalá estuvieras aquí Joaquín. Ojalá la noticia que nos enmudeció el pasado 12 de julio hubiera sido un mal sueño…y nos dijeses con ese tono cariñoso y socarrón que te caracterizaba siempre que ya era hora de despertar.

Ojalá estuvieras aquí, Joaquín, y vieras todo el afecto que tu paso por esta vida ha dejado, todas las muestras de reconocimiento y cercanía que a lo largo de los años has despertado en alumnos, familias y compañeros.

Ojalá estuvieras aquí, Joaquín, y siguieses sembrando para luego recoger, como así ha sido en esta casa durante tantos años. Ojalá estuvieras aquí para seguir enseñándonos el camino de la honestidad a través del trabajo diario.

Ojalá estuvieras aquí, Joaquin y tu imagen junto al rio con tu cigarro dando los buenos días nos siguiera acompañando siempre, como si el regalo de que una nueva jornada amanece significara.

Ojalá estuvieras aquí, Joaquín,  defendiendo los derechos de tus compañeros y haciendo más digno nuestro trabajo cada día, con tu sonrisa y tus ganas de hacer sentir a gusto al que contigo se cruzara.

Ojalá estuvieras aquí Joaquín, trabajando donde hiciera falta por esta tu casa, ya fuera saliendo de viaje a Cazorla con los alumnos, detrás de una barra en la Fiesta de Fin de Curso o preparando una exposición de pirámides egipcias para el Día del Centro….ojalá estuvieras aquí para ver que tu trabajo ha calado muy dentro de todos.

Ojalá estuvieras aquí junto a tus alumnos, lo que mas querías, lo que le daba sentido a tu día a día, la razón de tu compromiso constante con la educación.

Ojalá estuvieras aquí para verlo. Ojalá desde ese cielo estrellado que nos ha dejado esta fatídico mes de julio lo veas siempre, te unas a nuestro brindis por tu vida y nos guíes para sembrar como  tu sembraste.

Hasta siempre, maestro, amigo,  Don Profesor con mayúsculas, Joaquín García Rodríguez…un buen hombre.